19 de febrero de 2010

FÉLIX LUNA Y ARIEL RAMÍREZ SIEMPRE ESTARÁN EN LA NAVIDAD NUESTRA

Con la muerte de Ariel Ramírez se cierra la elevación de la Misa Criolla a ese Cielo al que le cantaron él y Félix Luna, amigo de mi padre y autor literario de la otra obra que acompañó a la Misa Criolla en su lanzamiento: la Navidad Nuestra.

Hay músicos que se unen a nuestras propias biografías mediante un hilo invisible, el del arte. Como suele ocurrir, mi periplo por la música empezó en el rock. De allí pasé al tango en un día en que bajé de un colectivo y la voz de Gardel llegó a mis oídos. Y de allí recalé en el folklore, en busca de los acordes que me llegaban de la entraña argentina. En ese capítulo de mi recorrido musical, la primera obra que llegó a mis manos fue la Misa Criolla, que ya disfrutaba cuando la tocaban con charango incluido en la Misa de Nochebuena de Nuestra Señora de las Victorias, a donde iba con mis padres y hermanos cada año, antes de abrir los regalos. Esas misas me llevaron a tener el charango como mi instrumento folklórico favorito, y a las obras de Jaime Torres en la discoteca de casa.

Ahora son mis hijos los que escuchan la Misa Criolla en los días sagrados de diciembre, cuando el pesebre armado por ellos adorna nuestra casa.

En la misma época de aquellas misas de las Victorias íbamos a pasar unos días a Characato, un paraje de Córdoba que nadie conocía y en el cual se hallaba un hotel que hoy es un templo de mi infancia. Allí estaba Javier, el sobrino de Doña Elvira, que agarraba la guitarra y se ponía a cantar "La Anunciación de los Reyes", un takirari que integra la Navidad Nuestra. La última vez que estuve en Characato, creo, fue en enero del 86.

A modo de homenaje a Ariel Ramírez y Félix Luna, entonces, dejo aquí el "Gloria", mi parte preferida de la Misa Criolla, y "Los Reyes", el takirari de la Navidad Nuestra que cantaba el recordado Javier, en la voz de Los Fronterizos. Dos obras que el mundo entero ya conoce. Salud, maestros.


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