28 de noviembre de 2009

EL CAMINO DE SANTIAGO, O LA PAZ EN EL ALMA

Las peregrinaciones a Santiago de Compostela se originaron en el presunto descubrimiento de los restos del apóstol Santiago en tierras españolas. En la Edad Media, viajeros de todo el mundo occidental llegaban tras varias semanas de caminatas a la tierra donde ofrecían su esfuerzo al santo, en el marco de una religiosidad mucho más profunda que la actual. Hoy en día, la peregrinación a Santiago ha tomado nuevos bríos, por motivos espirituales pero también de índole turística, qué duda cabe.

Aparentemente, no fue hasta que Guillermo de Fierabrás, conde de Aquitania, peregrinó hasta la diócesis de Iria que empezaron a llegar caminantes de otros lares. La travesía era algo usual en la época, dado que era entendida como una penitencia que había comenzado con los viajes a Tierra Santa, lugar cada vez más peligroso, y a Roma, donde estaban enterrados San Pedro y San Pablo. La tumba de Santiago había sido descubierta alrededor del 830, y en 1076 se empezó a construir una basílica en homenaje al santo venerado.

El Liber Saneti Jacobi (el Libro de Santiago), también llamado Codex Calixtinus, constituye el primer documento escrito sobre el Camino de Santiago e incluye una guía para el peregrino. Su versión completa puede encontrarse aquí.

De todas maneras, no es la peregrinación en sí lo que motiva estas líneas, sino la música inspirada en ella y reunida en la excelente obra de edición francesa "Les Chemins de Compostelle", que encontré sola y tímida en las bateas de una cadena de disquerías masiva cuyos vendedores no tenían ni idea de lo que estaban vendiendo, pese a sus inútiles cursos internos de marketing y atención al cliente. Los acordes que allí se dejan oir llenan el espíritu de paz y sugieren una profunda introspección.

No todo era tan romántico en el Camino de Santiago: el largo viaje estaba lleno de inconvenientes y aprovechadores, como lo atestigua la guía citada en la "Miscelánea Medieval", una obra preciosa de Judith Herrin de la cual extraigo el siguiente párrafo:

"Cerca de Port-de-Cize, en la población llamada Ostabat y en las de Saint-Jean y Saint-Michel-Pied-de-Port, los pérfidos guardas de frontera han de ser maldecidos para siempre jamás. A decir verdad, avanzan hacia los peregrinos enarbolando dos o tres garrotes, para arrancarles por la fuerza un injusto tributo. Y si alguno de los viajeros rehúsa concederles el dinero, lo apalean y le arrebatan el pago del peaje echando pestes por la boca y registrándole incluso en los calzones. Esta gente es muy violenta, y su bárbaro idioma sobresalta a cuantos la conocen".

Al leer estas líneas, resulta aún más admirable imaginar a esos abnegados caminantes soportando peligros, inclemencias climáticas y falta de comida, y además creando las melodías que acarician nuestros oídos a través de este disco doble. Los instrumentos corresponden a la época, entre ellos la guitarra sarracena, el arpa y el laúd.


He seleccionado algunos videos para que el amigo lector pueda escuchar la música de la que hablamos: los primeros son las Cantigas de Santa Maria, muy difundidas y de autoría del rey de Castilla Alfonso X el Sabio, que quiso homenajear a la Virgen María en idioma gallego. El primero muestra a los intérpretes, a los siguientes los he incluido también por la belleza de las imágenes medievales, en el tercero pueden hallarse más videos del mismo tenor.

El cuarto video es la Cantiga 26, que también figura en el disco que comento, y un locutor cuenta una historia que puede hallarse escrita aquí. Narra el encuentro de un peregrino con el diablo.






El video que sigue es una melodía del Llibre Vermell de Montserrat -o Libro Rojo de Montserrat, si mi catalán deducido no me falla-. Su título es "O Virgo splendens", es decir: "La Virgen resplandeciente", si mi escaso latín tampoco me falla. Esta obrita está en el disco del que hablamos.



El último himno es "Dum Pater Familias", y puede imaginarse uno a los peregrinos cantando por los caminos de España rumbo a la meta tan deseada. Se exhiben allí imágenes de los caminos que el peregrino recorre cuando va hasta Santiago, así que puede servir de inspiración para el interesado en el tema, como mi amigo-hermano Arturo, a quien dedico todo este comentario.

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