El jazz tuvo una evolución (paralela al tango) a lo largo de todo el siglo pasado, y Louis Armstrong fue un protagonista fundamental en esa historia. Él transformó la música puramente instrumental en un arte masivo y popular fuera del ambiente propio del sur norteamericano, y él mismo pasó de ser un trompetista y clarinetista reconocido a una voz inconfundible en el panorama musical norteamericano. El disco que homenajeo hoy pertenece a los inicios de este gran hombre de New Orleans -donde nació el jazz, justamente-, venido al mundo en 1901. Su apodo, Satchmo, se originó en aquellos años, cuando un productor lo llamó así como abreviatura de Satchelmouth, es decir "Boca de Bolsa".
El viejo Lou no la tuvo fácil: en su infancia su familia fue abandonada por su padre, y él pasó varios períodos en el reformatorio a causa de delitos menores. Allí le aconsejaron que aprendiera a tocar algún instrumento, dado su interés por la música, que había empezado al contemplar los desfiles de orquestas populares por las calles de New Orleans. Antes de ser músico, Armstrong se ganaba la vida como estibador de barcos bananeros, vendedor de carbón y repartidor de leche.
Los Hot Five, grupo fundado en 1925, lo tenían a él como a uno de sus integrantes, y a su segunda esposa Lil como pianista. Los otros miembros eran Kid Ory en trombón, Johnny Dodds en clarinete y Johnny St. Cyr en banjo. Los Hot Seven eran los mismos Hot Five, con los agregados de tuba y percusión, y algunos cambios en la formación.
La unión entre Louis y Lil duró poco, hasta 1929, aunque ella viajó para su funeral en 1971, muy conmovida, y murió poco después. Al entierro del gran Lou asistieron varios caciques del jazz: Bing Crosby, Dizzy Gillespie, Duke Ellington, Ella Fitzgerald, Frank Sinatra y Count Basie, entre otros.
Con el tiempo, Louis Armstrong, también llamado Pops, desarrolló una carrera con su propio nombre y la historia siguió por rumbos más conocidos, hasta la década del 60, cuando sus problemas de salud ya estaban presentes.
En el disco al que me refiero aquí podemos ver a un Satchmo que se luce como nunca al mando de su trompeta, porque su perfil de vocalista no estaba aún tan definido. No es posible reproducir videos de la época a la que pertenece el disco, pero podemos dejar otras versiones de estos temas: "West End Blues", un clásico en versión 1955 que muestra una improvisación famosa en su comienzo, y el tarareo simpático de Pops. Esta canción fue lanzada en una cápsula al espacio a fines de la década del 70, para que la escuchara quien estuviera ahí afuera. Allá sigue, dando vueltas.
La otra canción que he traído a este rincón es "Heebie Jeebies", que es la primera del disco y de la cual se dice que fue la primera en tener una letra sin sentido, debido a que Louis Armstrong se la había olvidado. Sin embargo, la leyenda no parece ser fiel a la verdad, la canción nació con esta modalidad y los Hot Five no hicieron más que repetirla.
Compré este disco ("The Best of Louis Armstrong: The Hot Five and Hot Seven Recordings") hace poco para seguir completando mi limitada colección de jazz, que reúne a otros grandes. Pero esta obra en particular me llamó la atención porque lleva a los primeros éxitos del jazz y de Louis Armstrong, quien es hoy, quizás, el patriarca del jazz. Lo primero que oí de este género fue de Glen Miller, que mi mamá siempre bailaba en sus fiestas de juventud, con la orquesta presente allí. Hoy, Miller encabeza la colección que también integra el personaje que homenajeo. En el margen derecho del blog podán ver, ya, la nueva obra de la que escribire próximamente.
18 de abril de 2009
LOUIS ARMSTRONG EN LOS AÑOS 20
TEMAS: MÚSICA
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