5 de febrero de 2008

NO ME GUSTA EL DULCE DE LECHE

¿Qué determina que una comida nos guste o no? Más precisamente: ¿Por qué a todos les gusta el dulce de leche y a mí no? ¿Hay alguna explicación biológica para ello? ¿O es solo una cuestión psicológica?

Suelen mirarme raro cuando se enteran de mi animadversión hacia el ilustre invento argentino, pero no puedo hacer nada con ello. No me gusta ese dulce empalagoso, y prefiero otros. He rechazado decenas de tortas, alfajores, mousses y postres varios hasta parecer caprichoso en ciertas situaciones. Pero no me gusta el dulce de leche, y la sinceridad no se vende.

Si entre los lectores hay alguien que me acompañe en el sentimiento, les ruego me lo hagan saber. Así no me sentiré tan solo en el mundo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta el dulce de leche. No voy a decir que me vuelve loca, pero me gusta.

Escribo solamente porque no quería dejarte solo en este posteo. Te entiendo, a mi no me gusta el color verde. Y las mismas caras raras que ves vos a la hora del postre, las veo yo a la hora de elegir ropa y demás.

En el gremio gastronómico, no me gusta la polenta. ¿Sirve como compañía?

Anxie dijo...

No me gusta el mondongo... me parece asqueroso cuando te lo pones en la boca y pareceria que comes grasa de vacas... o jabon... ademas no le siento el gusto... es muy raro y tambien me miran muy mal cuando lo digo...

Ojo... tambien creo que son cuestiones psicologicas... igualmente elejimos como vivir, que comer y que nos gusta o no... pero todo sale de la cabeza...

Saludos!

Ernesto Schutz dijo...

Comparto contigo no me gusta el dulce de leche, ni nada que tenga que ver con la leche.