22 de noviembre de 2006

HOMBRE Y MÚSICA

Durante el reinado de la gloriosa dinastía Tang, en el Segundo Imperio de la antigua China (del 613 al 907, si no me equivoco), la educación de un noble tenía como materias principales las siguientes: Manejo de carros, lanzamiento con arco, caligrafía, matemática, música y ritos.

La diferencia en la valoración de ciertas disciplinas y actividades con el presente es llamativa. El manejo de carros y el lanzamiento con arco han sido reemplazados por otros oficios o técnicas. La caligrafía permanece, aunque a mal traer y cuestionada por quienes auguran la suspensión de toda convención literaria. Los ritos, como dijo el zorro al Principito, se tratan de algo bastante olvidado. Pero lo que más llama la atención, a juicio de este servidor, es la inclusión de la música entre las seis materias fundamentales que todo noble (es decir, todo ciudadano capaz en la concepción antigua) debía dominar.

Hoy en día, la música es enseñada en las escuelas, pero quien se dedica a ella es considerado un bohemio alejado de las carreras clásicas como la economía, el derecho o la medicina. No hay seguridad económica para quien elige el camino de la música, y ésta es ubicada con frecuencia en la inofensiva categoría de hobby.

La música nació con el hombre, y fue a través de ella que el género humano intentó comunicarse con la divinidad y con los muertos. Se ha comprobado que los bebés ya escuchan la música desde el seno materno, antes de nacer, y que esto favorece la comunicación del bebé. Aún más, después de nacer el bebé reconoce la música que oía dentro de su madre a partir del quinto mes.

Otros estudios dan cuenta de un discutido "Efecto Mozart", que estimularía las funciones cerebrales, reduciría el stress y la depresión, y mejoraría la salud, al escuchar las sinfonías del célebre compositor.

Existe además una disciplina -la musicoterapia- que usa la música para tratar enfermedades y acompañar procesos educativos.

Invito al lector a escuchar algunos fragmentos de Pachelbel, Albinoni, Haydn, Vivaldi, Haendel, Mozart y Bach, en el Día de la Música instituido en honor de Santa Cecilia.

2 comentarios:

Anxie dijo...

La musica es para el hombre como una dosis de tranquilidad, humor, positividad acerca de lo que ocurre a su alrededor y principalmente identificacion. La mayor parte de la musica que escucho esta de alguna manera identificada conmigo, o con algun ser querido, familiar, etc. Siempre me vienen a la memoria momentos vividos, vivencias, experiencias y anecdotas muy bellas.. sin la alegria de la musica no podriamos vivir.... acaso conocen a alquien que no le guste?... IMPOSIBLE...!!!

Que no se pierda el efecto de ella en nosotros, que no deje de existir y que nos llegue toda su fuerza...

Saludos...

P.D: Creo que tenes un blog por visitar que lo tenes bastante olvidado!...

Anónimo dijo...

No hay nada más lindo que la música

me describo como un tipo AUTENTICO, FABULOSO y bien DECADENTE, que está siempre mirando el cielo para observar si hay alguna NUEVA LUNA, siempre rodeado de MOSCAS y con un LEÓN siempre presente....