20 de julio de 2006

TERMINEMOS CON LA FARSA

Ayer recibí un mail: "Gente Querida... Les copio una invitación para celebrar juntos el DÍA DEL AMIGO...".

Mi respuesta fue: "Perdón, pero no sé quién sos ¿puede ser?".

La réplica no se hizo esperar: "Perdón...tampoco sé quién sos... Disculpá las molestias. Igualmente si querés te podés sumar a la propuesta".

Digo yo ahora: ¿No se nos estará yendo la mano con esto del Día del Amigo? He sufrido reconvenciones varias por ser crítico de esta celebración, pero lo que acabo de reproducir no hace más que darme la razón (y el año pasado recibí más de un mensaje similar de otras personas).

Todo lo que sé es que los bares, parrillas y boliches se llenan, y ofrecen un menú especial que supuestamente acompaña los festejos, solo que por un módico precio de 30 o 40 pesos en contrapartida de "pizza libre" (es decir, lo que podríamos pagar 10 pesos o menos en cualquier pizzería). Eso sí, no se incluye la bebida, o sea la gran parte de la factura final.

Me parece muy bien que los amigos se reúnan y que haya motivos para celebrar, pero de ahí a manosear el concepto de "amistad" hay un trecho largo. De repente uno se ve saludado por conocidos de antiguos trabajos, ex compañeros de pista en el boliche, vecinos u otros. Y en mi caso, el Día del Amigo pasa sin hablar con mis amigos, que en este tema piensan como yo.

Tengo la fortuna de contar con muchas amistades genuinas, únicas y necesarias. No necesito un día para honrarlas, lo hago cada vez que puedo. Pero aún si festejara este día, preferiría no poner a mis amigos en la misma bolsa que a los conocidos. No es mala onda, es sencillamente distinguir las relaciones que uno tiene. El perro en la cucha, el inodoro en el baño y el malvón en la maceta.

Alguien me dijo: "Ahora vos festejás el Día del Padre porque tenés hijas". Aún si esto fuera así, yo tengo amigos desde hace más o menos 30 años, y sin embargo nunca he festejado esta fecha. No me es natural, qué quieren que le haga.

Esta columna está dedicada a todos mis amigos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Con relación al día del amigo,
como todos los miércoles, ayer
me encontré en la TV, un programa
que hacen un RESUMEN SEMANAL DE
NOTICIAS. En un momento el
conductor del programa pasó una
lista de " amigos" y decía que le
mandaba saludos, el tema era que
en la lista figuraban sus grandes
enemigos

" TENGAN CUIDADO QUE HAY MUCHOS
GARCAS DANDO VUELTAS"

JR dijo...

¡Impecable Bambi!
Yo como soy un compañero de su ex-trabajo, y concilio completamente con lo por usted expuesto, omitiré prolijamente toda mención, pero sepa que igual lo quiero mucho.

'El Botón' (No quiero usar más este mote)

Anónimo dijo...

A mi me pasa lo mismo que a El Botón (perdón, pero hasta que no se identifique con otro nombre usaré este).

Yo soy compañera de trabajo, comparto muchas horas con El Bambi, y a partir de esto el tiempo hizo su trabajo. Fui conociendo de a poco una muy linda persona, a la que hago alguna confidencia de vez en cuando; nos reimos mucho, intercambiamos anécdotas, larguísimas charlas y también las infaltables angustias, quejas, penas e inquietudes.

No se si esto será una amistad. El dice que no y subraya: "Yo no tengo amigas mujeres".

Bien, lo respeto y ayer no lo saludé. Pero tendría que haber algún día de "relaciones grises", que serían esas que no terminan de ser una amistad, o esos familiares lejanos, y miles más que a veces conformamos y nuestra manía de etiquetar todo no nos deja disfrutarlas como son, así, sin categoría precisa pero hermosas.