17 de mayo de 2006

COLEGIALES HISTÓRICO

Nuestro barrio formaba uno con Chacarita, que viene de "chacrita". Allí había quintas donde los estudiantes iban a pasar el día o hacer algo de deporte, tal como relata Miguel Cané en "Juvenilia".

Con los estragos de la epidemia de cólera de 1867 y la de fiebre amarilla en 1871, se creó un primer cementerio en el actual Parque de los Andes, en Corrientes y Dorrego, y después se amplió hasta lo que es conocido hoy como el cementerio de la Chacarita.

Lo que es Colegiales propiamente dicho se pobló de inmigrantes italianos, especialmente en la zona más cercana a Elcano y Álvarez Thomas, la que fue bautizada "Calabria" por la procedencia de sus habitantes. Los recién llegados, albañiles en gran parte, construían sus casas con gran rapidez.

El 25 de abril de 1948 se fundó en Dorrego y Cabrera el Club Atlético, Social y Deportivo Fénix, cuya campaña supe seguir cuando mi amigo Gonzalo jugaba allí. Tengo en mi cajón el gorro y la bandera que supe defender en canchas ajenas.

Colegiales es actualmente un barrio muy tranquilo, con pocas avenidas y una vía que hace de su parte oeste un remanso cercano al centro nervioso de Belgrano. La cruzan unas pocas líneas de colectivo, pero a la vez las opciones para viajar son variadas, pues en 10 cuadras a la redonda también hay tren y subte.

En los últimos años la zona se ha cotizado, pues hay pocos edificios altos, muchos árboles y casas bajas de una o dos plantas a lo sumo. El empedrado le agrega ese gustito inconfundiblemente porteño y garantiza la necesaria prudencia en el manejo de los conductores.

Colegiales tiene una plaza bautizada "Mafalda" en Conde y Concepción Arenal. Esto se debe a que Quino ( que era vecino mío en mi edificio de soltero y me regaló un dibujo de Felipe para mi hermana) fijó en nuestro barrio la ubicación geográfica de su porteñísima creación.

En el barrio también existe el Club Social y Deportivo Colegiales, donde supiera cantar tangos varias noches nada menos que el Polaco Goyeneche. Está en Teodoro García entre Conesa y Crámer.

En Colegiales, las bicicletas, los árboles y los bebés abundan.

Prometo un par de anécdotas de Fénix para la próxima.

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