2 de enero de 2006

HA LLEGADO EL 2006

El nuevo año supone nuevas metas, objetivos, sueños o proyectos. Suele decirse que el secreto para alcanzar una meta es estar decidido a hacerla realidad. Sobran los ejemplos, y uno de los más usados es el de Cristóbal Colón, aunque erróneamente.

El navegante genovés (¿o griego, o catalán?), de cuyo fallecimiento se cumplirán 500 años el próximo 20 de mayo, se había propuesto llegar a Asia por un camino opuesto al tradicional. Fracasó, porque a mitad de camino se topó con América. Él murió pensando que había llegado a las Indias, pero no había sido así. Sin embargo, ha pasado a la historia como un triunfador absoluto, merced al descubrimiento de nuestro continente.

En cierta manera, Colón fue un hombre afortunado. Llegó a tierra firme porque decidió cambiar su curso, de oeste a sudoeste, siguiendo el consejo de Martín Alonso Pinzón. Si hubiera seguido la ruta en la que se hallaba hasta ese momento, habría caído en la Corriente del Golfo, que lo habría llevado al noreste y alejado de tierra firme. Ya en ese momento le era difícil dominar la impaciencia de la tripulación hambrienta y aburrida.

Lo cierto es que Colón, sin alcanzar su objetivo inicial, logró inscribir su nombre en la Historia y ofrecer a la humanidad un avance fenomenal. De ello sugiero una conclusión, aplicable al año que se inicia.

En muchas ocasiones no logramos las metas que nos hemos propuesto, pero accedemos a otras mejores. Es decir, a veces no se trata de lograrlas o no. Se trata de que Alguien ha dispuesto otras mejores con las que nos toparemos a fuerza de luchar por otras no tan buenas.

Es bueno plantearse objetivos y poner un orden de prioridades en nuestra vida. Antes de vivir algo, podemos verlo en nuestra proyección. Pero nos movemos en una extraña malla dorada, invisible y sutil, que condiciona nuestros movimientos y nos envuelve en sus propias causas.

Extraña mezcla de destino y libertad, el hombre suele llegar a encrucijadas en las que su inteligencia no cuenta con toda la información necesaria para tomar la decisión más correcta. Entonces el destino se presenta, casi imponente, y puede cambiar todo, hasta las reglas de juego con las que hemos iniciado nuestra lucha por esa meta que ahora queda empequeñecida. Es el hombre el que en última instancia debe decirle que sí, libremente, a esa súplica seductora que viene de un futuro próximo.

Es interesante recordar los proyectos, los miedos y las ilusiones que uno tenía al inicio de un año determinado, y qué fue de ellos al final de ese período. No me refiero a grandes causas. Doy un ejemplo: yo soñaba con irme una temporada a Cuba y Jamaica. Aquello nunca tuvo lugar, aunque no he renunciado a su realización. El motivo de que no pudiera concretar ese proyecto, en el año en que lo había imaginado, fue la aparición fulminante de logros mucho más importantes y duraderos que aquél. De repente, me vi en una película cuyo guión no había escrito.

La realidad suele superar nuestros mejores sueños, con nuestra venia o sin ella.

Bienvenidos al incierto 2006.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

no me dieron los ojos para leer todo lo que puso el editor...lei por ahi Colon, cuba.... jamaica!! que ganas de viajar!! cada vez falta menos para subirme al micro rumbo brasil.... voy a ver si en el viaje encuentro alguna de mis neuronas perdidas ... me dan verguenza los dos comentarios q hice este año... pero necesito vacaciones.... cuba y jamaica no estaria mal... por ahora brasil...
beijos galera!

Anónimo dijo...

"La realidad suele superar nuestros mejores sueños, con nuestra venia o sin ella."

Y yo agregaría algo que me gusta también: Si quieres hacer reir a Dios, haz planes.

Me alegra mucho que el que escribió más arriba, persona racional y ordenada, nos deje ver su mirada optimista sobre la posibilidad de sorpresa que a todos nos depara el futuro.

Es que ejemplos abundan, y por más que nos estructuremos y atemos a agendas bien definidas o planes bien trazados, sería maravilloso que dejemos siempre la puertita abierta hacia lo desconocido. No la dimensión, sino eso que nunca pensamos ni proyectamos.

Abramos los ojos, y entreguémonos a lo que viene que, siempre, es lo que conviene.

Anónimo dijo...

OPEN YOUR EYES

Anónimo dijo...

llegó el 2006, y??? cambiamos el calendario y esperemos a ver que sucede...de pronto nos mantiene la esperanza...o la supulta...pero lo que no se puede evitar el paso del tiempo y de cosas previsibles...como por ejem. el nacimiento de Valentina; unos dias de sol y mar.....y bueno...esperar...