7 de agosto de 2010

80

Hubo un día en que lloré mucho, y allí estaba ella para consolarme y darme la bienvenida a este mundo. Hubo otro día en que fui por vez primera a pasear a la plaza, y le llevé una piedrita elegida para que guardara.

En otra ocasión, me retó después de que yo arrojara con notable parsimonia un banquito por el balcón del noveno piso. Y así hubo muchos otros días en que ella estuvo ahí, como lo sigue estando cuando se me da por escaparme de la oficina e ir a almorzar a mi antiguo hogar de soltero.

En este día maravilloso en que le regalaremos algunas sorpresas, a mi madre dedico estas pequeñas cuotas de humor. ¡Feliz cumpleaños, Mrs. Mum!



No hay comentarios.: