21 de noviembre de 2008

A SUFRIR SE HA DICHO

Todo venía inmejorablemente. El David argentino había despachado al David español como si fuera un Goliat cualquiera, a puro tenis. Cuando Nalbandian juega a gusto y muestra todo su repertorio de toques, globos, passings y tiros ganadores es para servirse algo fresquito y sentarse a disfrutarlo como quien contempla una obra de arte. Fue 6-3, 6-2 y 6-3, y podría haber sido por más diferencia si el Rey no se hubiera tomado algunos recreos en el medio.

Después vino Del Potro, el heredero que esperamos todos. Ganó 6-4 el primero, y parecía que la tarde seguía celeste y blanca... hasta que se me rompió el televisor. Sí, como por arte de magia, desapareció la imagen y nunca más volvió. Corrí a lo de mi amigo-hermano Arturo a ver lo que quedaba. Nadie había allí, así que abrí con la llave suya que tenemos, y me senté dispuesto a ver la continuación de la fiesta. Pero me confundí de canal y me encontré con una de terror, quizás producida en Shangai.

Ya nada es lo que era desde que se apagó mi televisor. Estamos 1 a 1, con Delpo sin saber si juega el domingo el cuarto punto, con un Nalbandian casi obligado a correr y ganar sus tres puntos, y con un Feliciano feliz, que saldrá a jugar el dobles como si fuera la reencarnación contemporánea de Nadal.

Más que nunca, la Copa Davis se quedará en la Argentina si el Rey la conquista. Esa Copa histérica que nos juega todas las malas pasadas posibles. Solo nos faltaba que se lesionara uno de los dos ases del equipo, y no sabemos si ello ha ocurrido. El famoso recambio que todo equipo debe tener no es el ideal. Pero ojo, Calleri tiene experiencia y temple en Copa Davis y con Nalbandian pueden ganar el dobles.

Hoy por hoy, el favorito parece ser España. Quizá sea mejor así para Argentina, que para ganar la Davis deberá sufrir más que nunca en casa. Es tiempo de sacar estirpe de campeones y demostrar por qué hace rato que el país de Guillermo Vilas merece ganar esta Copa huidiza y marrullera.

No hay comentarios.: