20 de octubre de 2007

EL DISCO DE LA SEMANA: ADIÓS CHALCHALEROS VIVO

Los domingos por la mañana, en mi casa, reina el folklore. Mis hijas maman esa música tan nuestra y tan pura que llega de los confines de la patria. Y en esos acordes, Los Chalchaleros siempre son privilegiados, entre otros que ya iré mencionando en esta sección.

Fueron la encarnación del folklore, y sobre todo de las zambas. Mantuvieron las tradiciones aún cuando el folklore perdía lugar frente a nuevas corrientes musicales. Los Chalchaleros son pasado, pero vuelven siempre en cada uno de sus discos, recientemente remasterizados y reeditados en versiones multimedia afines al nuevo siglo.

"No sabría explicar con exactitud por qué nos autobautizamos Los Chalchaleros. Recuerdo que fue como una broma, porque cantábamos de entrecasa, y tocábamos la guitarra muy caseramente. En Salta, la denominación "Chalchalero" tiene varias acepciones. En primer lugar se denomina así al zorzal, un pájaro que tiene predilección por comer los frutos de un arbusto llamado "chalchal". También se le dice Chalchalero a aquella persona a la que le gusta darse corte o se muestra vanidosa. Además, en Salta se usa la palabra Chalchalero -desde siempre- para denominar lo que ahora se llama popularmente "trucho". Elijan ustedes, pues, el significado que más les guste; nosotros creemos que fue por un poco de cada uno".

Así cuenta Juan Carlos Saravia, único miembro fundador que permaneció en el grupo a lo largo de sus 54 años de vida, el origen de Los Chalchaleros.

Fue el 21 de septiembre de 1947 cuando dos dúos se reunieron para dar a luz un cuarteto con tres guitarras y un bombo. Juan Carlos Saravia y Aldo Saravia, por un lado, y Víctor "Cocho" Zambrano y Franco "Pelusa" Sosa, por el otro, decidieron armar un grupo y usar vestimentas blancas para que llamaran la atención en los escenarios oscuros. Su debut fue el 16 de junio de 1948.

Ya al año siguiente Aldo Saravia dejó su lugar y empezó una historia de cambios en la formación. Éste volvería en 1956, en lugar de Víctor Zambrano, pero en 1961 murió durante una gira, en un accidente en el que según Juan Carlos Saravia, Aldo lo salvó, pues había insistido varias veces en cambiarle el lugar.

En 1953 ya había ingresado al grupo Ernesto Cabeza, quien sería la segunda vida perdida en 1980, a raíz de una enfermedad. Otros nombres fueron José Antonio Saravia Toledo (reemplazado por Cabeza), Dicky Dávalos, reemplazado por Pancho Figueroa en 1966, y por último Facundo Saravia, hijo de Juan Carlos, que tras la muerte de Cabeza terminó tomando su lugar después de que el grupo tocara como terceto por un par de años. Eduardo "Polo" Román se había sumado en 1965, en lugar de Zambrano.

La formación de los últimos años, entonces, fue con Juan Carlos y Facundo Saravia, Polo Román y Pancho Figueroa. He asistido, en alguna peña salteña, a acaloradas discusiones sobre cuál fue la mejor versión de Los Chalchas, y si la incorporación de Facundo Saravia, que atrajo a muchos jóvenes a su público, fue positiva o negativa para la altura musical del grupo. Debates donde se hilaba muy fino, demasiado para un porteño recién llegado como quien esto escribe.

En 2000 Los Chalchaleros decidieron disolver el grupo. No como una separación, remarcaron, sino como una forma de terminar con él cuando las voces aún estaban en su plenitud y sus integrantes conservaban las aptitudes intactas. Hicieron una larga gira por todos los puntos del país, desde Jujuy a Ushuaia, y cerraron en el Teatro Coliseo de Buenos Aires y en Salta, su patria chica y primera.

Los Chalchaleros fueron el folklore tradicional, esa zambita que añora y llega al corazón desde la linda Salta para conquistar un país. Tal como entonaban: "Lo malo muere en lo bueno, la flor, por su amor muere. Pero mi amor por ti, no morirá jamás".

El disco que he elegido para esta semana es el de la despedida en el Coliseo. Casi todos sus clásicos están incluidos, como "La cerrillana", "Yo vendo unos ojos negros", "Chakai Manta" y "Luna tucumana", entre otros. El video que aquí incluyo es del recital ofrecido en la Rural, como parte de esa larga gira de despedida.

1 comentario:

Juan dijo...

Que buena descripción sobre Los Chalchaleros. Yo los escucho desde muy pequeño y son sencillamente geniales. Gracias a ellos y a la también incomparable Mercedes Sosa es que sin ser argentino me enamoré de ese país como si fuera el mío propio.