16 de julio de 2007

OTRA PESADILLA, OTRA ESPERANZA

Otra vez. Más de lo mismo. Brasil nos hizo el favor de devolvernos a la realidad con otra cachetada.

Hablemos claro. Habíamos llegado a la final con paso de campeón. De campeón de la Copa América, que es eso y nada más. Ganarle a Estados Unidos, Chile, Perú, México...

Ganarle a Brasil es otra cosa.

Es feo escribir cuando ya está todo dicho. Pero es peor si uno lo dijo antes.

La defensa argentina tiene un problema estructural, le hacen goles de manual hace tres mundiales y seguimos sin resolverlo.

Ayala pasó de largo frente a Julio Baptista como lo había hecho frente a Bergkamp hace 9 años, en Francia. Es inadmisible que a los 5 minutos de partido salga un pelotazo de 30 metros y Ayala, hombre a hombre, no atore al rival, deje que la reciba, la acomode y saque el tiro frente al cual Abbondanzieri no amaga siquiera a reaccionar.

He oído por ahí que el planteo de Dunga fue brillante, que Brasil nos aplastó "tácticamente". Y pregunto: ¿Había algo de sorpresivo en el planteo de Brasil? ¿Podía sorprendernos que Riquelme y Messi tuvieran siempre dos tipos encima, que cortaran el juego y no nos dejaran hacer tres toques seguidos, que Maicon no parara de mandarse por la derecha y que Robinho se moviera por todos lados?

Abbondanzieri, después del Mundial, no puede ser titular de la Selección si en el banco está Carrizo. Cambiasso tampoco si está Gago. Riquelme juega a veces, y a veces no. En los partidos importantes, no. En Boca sí, en la Selección no (y que me disculpe la mamá, simplemente trato de buscar variantes y soluciones). Verón es parte de una generación que fracasó, al igual que Zanetti y Ayala.

Acá no se trata de llevar a algunos al cadalso. Se trata de empezar de nuevo, de buscar variantes para la defensa, el arco y la conducción. Porque arriba ya tenemos de sobra (y pregunto: ¿cómo puede ser que Saviola no haya ido a Venezuela, qué tiene que hacer para que lo llamen?).

Faltan tres largos años para Sudáfrica. Hay jugadores para probar, y juveniles que van pidiendo cancha. Messi es el abanderado de lo nuevo. Hagamos el recambio natural que se espera en un país al que le sobran futbolistas. Hay motivos para ser optimistas.

Y mientras tanto, que festeje Brasil. Ya llegará la revancha, que siempre llega.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

SIN PALABRAS....

Anónimo dijo...

Para mí, desde el primer hasta el último partido de la Copa los más flojos fueron Vérón y Cambiasso. No se deciden a atacar ni tienen capacidad para marcar. Tocar en el medio es muy poca cosa, sobretodo si enfrente hay un equipo que es ordenado para defender y ataca con velocidad por los costados.

Mascherano es un gran número cinco, pero cuando la bruja y el cuchu pierden las marcas se termina comiendo el 2-1 sobre los costados.

A Abbondanzieri lo banqué a muerte en el mundial, pero me parece que cumplió su ciclo. Lo mejor que hizo en el campeonato es rechazar una pelota fuera del área que le cayó a Tevez por casualidad y terminó siendo gol de Riquelme.

Ayala me gustó siempre. Pero los dos primeros goles son su culpa (y antes del segundo estuvo a punto de hacerse otro gol en contra, cuando rechazó una pelota que se fue a un metro del palo).

Riquelme tiene partidos en los que le tapa la boca a todos, y otros en los que se la abre para putearlo. Si hubiera entrado la que pegó en el travesaño la historia hubiera sido otra, pero no entró. En los partidos importantes (de la selección) no aparece. Igual lo banco.

Coincido en que Saviola tiene que estar. El conejo siempre rinde, siempre, y pareciera que Palacio también quiere verlo en la selcción.

Más allá de las cosas que no me gustan de esta selección (tengo más), me dio placer verlos jugar en varios partidos, y mantengo la esperanza para todo lo que venga por delante.