11 de diciembre de 2006

EL PLACER DE LA PICADA


Una de las tórridas noches del pasado fin de semana me trajo al paladar una picadita con Paula y Sofía. Entonces decidí que ese rato merecía un lugar en este espacio.

Una picada se hace con todo lo que se tenga y sea susceptible de servir en una tabla o en un platito. Lo recomendable, como siempre, es lo sano y natural. Nada de papas fritas, palitos o chizitos (aunque en caso de no tener nada mejor, me quedo con los últimos).

Nada como unos buenos quesos gruyere, camembert, roquefort o el afamado queso Mar del Plata con pan o galletitas (prefiero evitar las tostadas que quedaron del desayuno).

Otro infaltable es la aceituna. Las descarozadas son más cómodas y expeditivas, pero las verdes con carozo tienen un encanto de bodegón que las hace más nobles. La combinación con aceitunas negras siempre es recomendable.

Otra bandeja debería tener frutas secas. El maní (pelado o con cáscara) en primer lugar, y después las demás: castañas de cajú, deliciosas pero muy caras, avellanas, almendras, nueces y piñones. Con las nueces ocurre lo mismo que con las aceitunas: son más cómodas peladas, pero nada como romper la cáscara con un buen mortero o cascanueces, aunque sea poco práctico para una conversación sostenida con el resto de los comensales.

Pasamos a los chacinados. Cocido y crudo, salamín y cantimpalo (en cantidad moderada, para evitar indigestiones).

También respeto mucho los cebollines, las alcaparras y los pepinillos. El secreto está en alternar los gustos fuertes con los suaves.

Los pescados también cumplen un rol de fineza en la picada. Las sardinas, el pulpo, los calamares en su tinta. Y si uno está en un muelle, nada como unos buenos cornalitos frescos, con limón para este servidor.

Otra variante es una tortilla en pedacitos cuadrados o triangulares. Sin dudas la tortilla española es superior. Y aquí ya nos aventuramos a componentes más preparados, que demandan más tiempo. Una de las virtudes más sobresalientes de la picada es, justamente, que hace honor a la improvisación y evita esperas hambrientas. Un par de salsitas nunca viene mal para enriquecer el paladar. Dicen que en los restaurantes el que hace las salsas es el mejor chef de la cocina.

Para el final, elegir la bebida. Cerveza y vino tinto se llevan las palmas, aunque como siempre eso queda a gusto del consumidor.


Por supuesto, todo lo anterior pertenece al manual de la picada. Pero como ya hemos dicho, la virtud primera de toda reunión alrededor de una mesa ratona es la improvisación. Se puede inventar platillos o tapas de cualquier cosa. Restos de una tarta de acelga, trocitos de palta con aceite de oliva, daditos de pan fargo apenas tostados con tomate y orégano. En fin, son solo algunos ejemplos de entre centenares.

La picada es un culto al arte. Uno de sus encantos es la gama de matices que proporcionan al comensal el goce estético de la contemplación. Da pena empezar una picada bien presentada y quebrar esa armonía de aromas y colores.

He gozado, por supuesto, de innumerables picadas, pero recuerdo una, breve y frugal, como ninguna otra. Fue en la habitación de un albergue para estudiantes (o "hostel", como les dicen ahora con pretendido cosmopolitismo). Había viajado de Dublin a París con poco efectivo y mucho ragú, y un compañero español me vio flaco al punto de regalarme un jamón serrano que le había puesto su madre en el bolso antes de partir. Me lo comí solo, sin testigos, pero con un placer pocas veces experimentado en picadas mucho más abundantes. A él, pues, van dedicadas estas líneas gastronómicas.

3 comentarios:

Anxie dijo...

No te puedo explicar el hambre y las ganas que me dieron de saborear una buena pìcada!!!!!!!
A los ingredientes que recomendaste para le agrego palmitos con salsa golf, picles (o no se si se escribe con k)... y unas mini empanaditas... pero eso seria mas elaborado...
Bueno... un dia armemos una picada con juntos en tu casa... compramos mitad cada uno... y puedo llevar una buena bebida... me re gustaria... seria una especie de regalo para Paula... y las nenis por supuesto...

Me gusto mucho el articulo....

Saludos y tomame la palabra que un dia lo hacemos...

Anónimo dijo...

Te tomo la palabra.

Anónimo dijo...

Me encanta la picada, aunque ahora le no sienta lo mismo, ya que
el sábado me comí una me cayó como el partido entre Boca Lanús del domingo....