8 de marzo de 2006

MUJER

Parece que hoy hay que hablar de la mujer. Vayan, pues, estas líneas.

"Una mujer hermosa agrada a la vista; una mujer buena agrada al corazón. La primera es una joya; la segunda un tesoro". El autor de esta reflexión no fue otro que el mismísimo Napoleón Bonaparte, alguien que tenía cierta experiencia de vida.

He vivido rodeado de mujeres. En mi casa éramos tres mujeres (María Fe, Teresa e Isabel) y dos varones (Fernando y este servidor), es decir que en la mesa éramos minoría y con los años aprendí que mis hermanas hablaban mucho. Mis papás escuchaban más.

Ahora vivo con otras tres mujeres: Paula, Sofía y Valentina. Mientras espero que la naturaleza me regale algún varón en los próximos años, disfruto de toda la ternura, la alegría y la delicadeza que estas tres almas le regalan a mi vida.

"La mujer no ha sido hecha para ser comprendida, sino para ser amada". A esta frase, que es una de mis favoritas, la pronunció Oscar Wilde. Paso otra del mismo autor: "Si quieres saber lo que una mujer dice realmente, mírala, no la escuches".

Debo decir que me divierto mucho con las mujeres y sus cualidades. Enigma cruel para muchos hombres, su sistema de comunicación es completamente distinto del masculino.

La mujer no sentencia, insinúa.
La mujer no acepta, duda.
La mujer no mira, escudriña.
La mujer no invita, seduce.
La mujer no avanza, espera.
La mujer no cruza, rodea.
La mujer no ordena, propone.
La mujer no busca, descubre.
La mujer no se queja, descarga.
La mujer no reclama, comparte.
La mujer no pide ayuda, muestra sentimientos.
La mujer no informa, comunica.
La mujer no pelea, simula.
La mujer no explica, da a entender.
La mujer no exige soluciones, pide escucha.
La mujer no se aísla, se ofende.
La mujer no busca sentirse necesaria, desea sentirse querida.
La mujer no contiene sus sentimientos, los expresa.

La mujer no espera un ramo de flores en su cumpleaños, pretende una flor en cada día.

Salud, amor y pesetas para todas ellas desde este humilde rincón.