"Bicicleta", en 1980, fue el tercer album de la banda más virtuosa que, a mi humilde juicio, dio el rock argentino en lo que va de su historia: Serú Girán. Un músico clásico como Pedro Aznar, un rockero como David Lebón, una "máquina" en la batería, como definió David a Oscar Moro, y Charly.
Serú Girán duró poco tiempo, y era previsible que así fuera, porque tanto talento concentrado en un grupo tiende a generar roces artísticos y personales. En este caso, la decisión de Aznar de seguir su carrera en los Estados Unidos precipitó la división de la banda, desgastada por las discusiones entre los dos vocalistas principales, y por la incertidumbre sobre su rumbo musical. Fue una maratón desde 1978 hasta 1982, con un opaco regreso en 1992 que sirvió solo para regalarnos un rato de nostalgia y engrosar la cuenta bancaria de los cuatro Serús.
"Bicicleta" era el nombre que Charly García había propuesto para la banda en sus inicios, pero los demás no dieron su acuerdo, y entonces quedó para el mejor disco de los cinco en estudio de Serú.
"A los Jóvenes de Ayer" es un canto a la melancolía irónica de las generaciones anteriores. "Míralos, están tramando algo. Cuídalos, son como inofensivos", canta un calmo García. Y la onda sigue en "Cuánto Tiempo Más Llevará", bajo la voz más melodiosa de David.
"Canción de Alicia en el País" es la canción emblemática de la protesta política en la Argentina. Fue tocada por la banda en sus recitales de 1980 y 1981 en la catedral de Obras, bajo la vigilancia de los militares. Pero la letra era intrincada y metafórica, oculta bajo la cándida historia de Alicia, el personaje de Lewis Carroll.
"La Luna de Marzo" parece un separador instrumental hacia la segunda parte del disco, pero es una obra maestra en sí misma, con la batuta de los deliciosos teclados de Aznar. Después sí, sobreviene "Mientras Miro las Nuevas Olas", con más nostalgia de lo que fue y ahora se repite en la gilada presuntamente innovadora. "La historia prosigue pero amigo, yo ya la vi", nos dice Charly frente a los que tapan toda la arena con celofán, los supuestos modernos que copian.
"Desarma y Sangra" es uno de mis temas preferidos, y la voz de García se luce en la comodidad de una melodía tranquila y difusa, acompañado por el piano.
"Tema de Nayla" y "Encuentro con el Diablo" tienen el sello de Lebón, y alcanza con decir eso.
Serú Girán ya no existe como banda, y Moro se nos fue, así que nunca más volveremos a tener aquella formación. Quizás sea mejor así, tener esa imagen de los cuatro cuando eran jóvenes, soñadores y frescos para crear y clamar.
Mi primer recuerdo de Serú Girán es "No Llores por Mí, Argentina", un disco que grabaron en vivo en 1982. Esa canción prendió de inmediato en mi ignorancia musical de ese entonces, junto con "Popotitos", que por ahí sonaba en alguna fiesta casera de esas a las que uno iba a hablar de fútbol con sus amigos, bailar lentos y comer papas fritas en la mesa que había servido la mamá de la chica que se animaba a dar esa fiesta.
El video que sigue es de Obras en vivo, en 1981. Se trata del primer tema del disco: "A los Jóvenes de Ayer", una composición de rock sinfónico que en ese entonces fue innovadora por estos lares. El sonido y la imagen no son los mejores, debido a los limitados recursos de la época, pero vale la pena verlos en directo.
30 de noviembre de 2007
EL DISCO DE LA SEMANA: BICICLETA
TEMAS: MÚSICA
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3 comentarios:
Estos versos de Serú siempre me hicieron pensar que el diablo (en el remoto caso de que exista) es un sujeto más bien simpático, menos perverso que sabio
Tenía la risa que le dan los años
y la confianza que le da el temor
Nunca pensé encontrarme con el sabio
que me analiza como una ecuación
Chipi
Al parecer esa letra es otra metáfora sobre el gobierno militar. Videla gustaba de recibir a intelectuales y artistas, y David Lebón lo relataba allí en tono irónico.
Estuve escuchando detenidamente la letra de "Encuentro con el Diablo" y me da la sensación que tenés razón en tu interpretación. No se me hubiese ocurrido jamás que fuese una metáfora como la que comentás. Lástima, me parecía mucho más simpático que hablase sobre satán.
Chipi
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